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Ayer hablé conmigo...

Foto del escritor: Marcelo Santa MaríaMarcelo Santa María

Y me dije: estás hecho un gordo, tienes que hacer más ejercicio, tu oficina es un desorden, levántate flojo, no te puedes equivocar, ¡oíste!... Fui implacable, sin autocomplacencia, me hablé rápido, hasta me g

rité... A ver si así atino.

No sé por qué, pero hoy amanecí triste. Como que la ducha se llevó el entusiasmo de vivir por el desagüe. Algo inseguro también me siento. No sé por qué, si ayer me dije una buena arenga para mejorar… Obviamente, esto no me pasa a mí, ni a ti. Es algo que me contó el vecino de un amigo de mi prima que vive en Chiloé…

Uno de los grandes aportes de la Programación Neurolingüística (PNL) es su investigación acerca del efecto que los “diálogos internos” (Di) tie


nen en nuestros estados de ánimo

Es sabido que no da lo mismo lo que me digo cada día. Si me critico o me meto miedo todo el día, es probable que cada vez me sea más difícil crear, expresarme, estar contento, sentirme libre de equivocarme para aprender. La novedad que aporta la PNL son sus distinciones acerca de la manera en que nos hablamos y sus efectos, es decir, en la estructura, más que en el contenido.

En muchas ocasiones, la forma es incluso más importante que el contenido: "No me molestó lo que dijiste, sino la manera de decirlo"; "no recuerdo qué dijo, pero el tonito que usó, tensó la reunión", "oye, hay formas y formas de decir las cosas".eso que nos ocurre en las relaciones, también es válido para la relación con nosotros mismos.

Aquí, una técnica que puede transformar nuestro Diálogo Interno:

Dite una frase acerca de algo no te gusta de ti y quieres mejorar, pero que te deja con malas sensaciones o no funciona (el típico DI que nos bajonea en vez de ayudarnos) … ¿ok?... ahora, analiza lo que te dices: Volumen (¿alto o bajo?), Velocidad (¿rápida o lenta?) y Tono (¿grave o agudo?).


Ahora, recuerda alguna vez que te hablaste para motivarte y le dio buen y agradable resultado… puedes escuchar con atención…y repite el análisis anterior (volumen, velocidad y tono).

¿Ya notaste la diferencia entre uno y otro? … Muy bien... Ahora escucha la misma frase desagradable, pero con el volumen, velocidad y tono de la agradable.¿Qué pasa? ¿te motiva más? ¿Necesitas cambiar el contenido? ¿Te causa gracia lo que te dices?...

Ahora, puedes pasar las siguientes horas entretenid@ conociendo cómo te hablas a tí mism@ y jugando a cambiar los patrones y mientras más lo hagas, más descubrirás útiles y fáciles maneras de tener amenas y fecundas conversaciones de a uno.


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